miércoles, 15 de febrero de 2012

Cinderella Man


Entradas anteriores hablaba de la biografía de un joven, aunque desaparecido hasta la fecha, procedente de la universidad de Harvard. Un taiwanés de padres y nacido en la localidad de Palo Alto, California.

Bien, llegados aquí, esta mezcla de entre chino, taiwanés y norteamericano procedente de una universidad de cerebritos y undrafted, ha cobrado protagonismo de la manera más extraña posible, y en un mercado NBA en el que ha podido desatar la más absoluta de las locuras nunca vistas, o por llamarlo de una manera, otro cuento de la 'cenicienta'.

Lo más curioso, es que llegados a éste punto, Jeremy Lin ha desatado la pasión en Nueva York, quién lo iba a decir. Un jugador que empezó la temporada en los Warriors, fue rechazado por los Lakers y finalmente, acabó en la Gran Manzana con el contrato mínimo. Obviamente, el taiwanés empezó su andadura por los Knicks en el fondo del banquillo, incluso cómo anécdota un tanto graciosa, tuvo problemas al intentar acceder a las instalaciones del Madison Square Garden por culpa de la seguridad del pabellón, que no se creían en aquel momento que fuese jugador de NYK. Al final, hubo final feliz y consiguió el acceso al MSG, pero al fin y al cabo, no deja de ser una pequeña anécdota que, a la larga, acabaría siendo crucial para que su nombre ocupase portadas de la web oficial de la NBA, del New York Times y otros noticiarios de deportes de importancia en Estados Unidos.

Entonces, llegado el día 4 de febrero, los Knicks se enfrentaban en el derbi a los New Jersey Nets, ambos equipos en horas bajas. Y llegó el momento, Jeremy Lin a pista.

Sorprendentemente, ante la atónita grada del Garden, Jeremy Lin lograba unos números que ponían de pie a la grada. Saliendo del banquillo, el chico aportó 25 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias, dándole así la victoria a su equipo ante Nueva Jersey. Pero el 'boom' definitivo estaba por llegar aún.

Después de partidos ante Utah y Washington aportando más de 20 puntos en cada uno y saliendo de titular, el día ante los Lakers se marcaba con una X para NYK. Era uno de esos días en los que una súperestrella de la liga visitaba el Madison dispuesto a exhibirse, Kobe Bryant y los Lakers. Pero nadie sabía entonces que Black Mamba no sería el gran protagonista de la noche, sino que lo sería un taiwanés que en apenas tres partidos saliendo de titular y aprovechando las ausencias de Stoudemire (motivos personales) y Carmelo Anthony (por lesión). Jeremy Lin salió y se exhibió delante de Kobe Bryant, anotando 38 puntos y dando la victoria a unos Knicks crecidos ante el talento del joven americano-asiático.

El día siguiente estalló una bomba inevitable. Jeremy Lin ocupaba ya todos los titulares, portadas, era trending topic mundial y se había dado a conocer en todo el mundo. Aunque, una de las palabras más utilizadas fue la siguiente: HYPE.

La prensa estaba alocada. Un jugador que duerme en un sofá y no drafteado había puesto patas arriba la NBA en cuestión de días. El 'boom' creado era tan grande que en pocos días se dijo que ya era de las t-shirts más vendidas de toda la NBA y ya le habían salido cantidad de motes cómo Linsanity, SuperLintendo, LinNing, y un largo etcétera.

Luego, vino uno de los duelos más interesantes que se podía ver en la actualidad, un duelo de bases entre el español Ricky Rubio y Jeremy Lin. El partido se lo acabaron llevando los Knicks casi por la mínima, con 20 puntos y 6 asistencias del 'harvardiano', pero uno de sus hándicaps seguía (y sigue) siendo el índice de pérdidas. Aún así, había salido victorioso de un duelo importante ante otro base muy valorado desde su llegada a la mejor liga del mundo.

En el último asalto que hemos podido ver del joven taiwanés ante Toronto, con 27 puntos y 11 asistencias (8 pérdidas). Regresaba Stoudemire, pero lo más importante del encuentro fue que Lin logró el triple de la victoria ante otra exhibición del extremeño Jose Manuel Calderón.

Aunque uno de los interrogantes más destacados es si logrará encajar con Melo y STAT a la vez y si aguantará la presión. Pero una de las cosas más importantes ya las ha hecho, salvarle el puesto de entrenador a Mike D'Antoni que, previsiblemente, seguirá dándole la oportunidad de seguir de titular.

Y la vida sigue, una historia digna de guión de película, y en este caso, es el cuento más que conocido de la cenicienta.

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