viernes, 28 de diciembre de 2012

Brooklyn a fuego (demasiado) lento

Jay-Z y toda la troupe lo ha puesto todo a la disposición del consumidor: Elegancia, lujo y majestuosidad (Barclays Center). Sin embargo, lo que no ha terminado de gustar al que maneja el cotarro (Prokhorov) es la praxis con la que se cocía el menú. Eso, ha hecho que el trabajo al frente del banquillo de Avery Johnson llegase a su fin, dejando a su interino, PJ Carlesimo, al mando de unos Nets poco elegantes en su juego.

La verdad es que, tras un comienzo esperanzador dándole así el premio a mejor entrenador del primer mes de competición a Avery Johnson, las cosas han ido a peor.

Ni juego, ni circulación, ni ritmo. Brooklyn busca la misma majestuosidad con la que está construido su lujoso pabellón y Avery no ha sabido lidiar con la fórmula y eso ha colmado la paciencia del magnate ruso, que busca ganar un anillo de la NBA en un espacio corto de tiempo.

El principal error de Avery ha sido no saber cómo hacer funcionar a Deron Williams, limitándole a jugar a un ritmo erróneo y, a veces, sin motivación. Llegando al punto en el que el base dijo mostrarse "más cómodo jugando bajo la batuta de Sloan", entrenador al que Utah también liquidó en su momento por su enfrentamiento con el ex 'point guard' de la universidad de Illinois. Y bien es cierto que, si tu base estrella no funciona, el equipo tampoco lo hará. Además, Deron está ante sus peores números estadísticos de toda su carrera.

A su vez, el siempre cuestionado (gracias a su cuantiosa cantidad de dinero que percibe) Joe Johnson sigue sin entrar 100% en el juego de los Nets, describiendo su presencia en BK cómo "esporádica" y sin encontrar un hábitat en el apartado ofensivo donde poder hacer daño con verdaderas garantías.

Lo mejor que se puede sacar del trabajo de Avery ha sido establecer cómo columna vertebral al siempre infravalorado Gerald Wallace cómo su mayor referencia en el juego. Jugador de estos que si falta en un partido, el equipo nota mucho su no-presencia. Con ello, mejorando el equipo sustancialmente en defensa, pero no lo suficiente cómo para ser un equipo rocoso en ése sentido.

Pero concluyendo, para un majestuoso feudo se necesita un gran conjunto. El material lo tienen (López, Deron, JoJo, Wallace, Humphries...), pero Mikhail Prokhorov busca a un chef que cocine a una velocidad más que la de la escala Avery Johnson.

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