viernes, 18 de enero de 2013

Mirar (peligrosamente) en el espejo equivocado

En una ciudad cómo Detroit, actualmente mermada en el sector económico e industrialmente, una de las pocas noticias buenas que podían recibir era del sector baloncestístico, en este caso, los Detroit Pistons.

Tras ya algunas temporadas a la deriva y sin encontrar un rumbo fijo, parece que en la Motown han encontrado un diamante en bruto que brilla con luz propia. Ése diamante en bruto en cuestión se llama Andre Drummond.

Lawrence Frank sabe perfectamente lo que tiene entre manos. Tiene a un proyecto de center móvil y, probablemente, dominante. 'Dre' va disipando dudas de su elección en el Draft en sus poco menos de 20 minutos en pista.

Energía, rebote, gran atleta y velocidad. Eso es lo que da Drummond en el tiempo que le deja su entrenador en la cancha, y rindiendo a un mejor nivel que en su universidad, donde en su única temporada en UConn no se encontró cómodo con su juego. Ahora en Detroit, saca tajada de sus minutos siendo el mejor reboteador ofensivo de entre los rookies (2'9 ORPG) y 2º mejor taponador tras Anthony Davis (1'64 BKPG).

Lo que está quedando plasmado en los partidos de Detroit es que, con el rookie en pista, los Pistons mejoran en cuanto a ritmo. Se mueve bien, es rápido para los contraataques y transmite energía al equipo ofensiva y defensivamente. De hecho, según la estadística +/-, Drummond es el 3r mejor valorado del equipo tras Villanueva y Daye.

Otra cosa que tarde o temprano sucederá será la titularidad. Andre todavía no ha experimentado con eso, y Lawrence Frank quiere ir compenetrándolo poco a poco con Greg Monroe (que será difícil porque ambos son bastante diferentes).

En la Motown siguen siendo irregulares, pero si por algo hay que empezar es añadiendo poco a poco más minutos a Drummond. Que hasta el momento, siendo una de las noticias más agradables de la temporada.

Pero eso sí, algo que va quedando en entredicho es que, los que mirábamos a Drummond al espejo, le veíamos en el espejo equivocado, le veíamos en el de Kwame Brown. Y sí, me incluyo.

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